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México DF, Antarctica
escribana que estudió periodismo, ama el rock y sus músicas aledañas, así como la poesía y las relaciones tormentosas

julio 28, 2012

ENTREVISTA a Daniel Giménez Cacho con motivo del Homenaje que le brindó el Festival Internacional de Cine Guanajuato 2012

 entrevista: Patricia Peñaloza


DANIEL GIMÉNEZ CACHO:
"De joven decía que no quería ser una estrella mundial...
pero en el fondo sí quería serlo"

Daniel Giménez Cacho en Guanajuato / foto: Pati Peñaloza
 

Guanajuato, Guanajuato.  24 de julio de 2012.  
Éste es el primer homenaje que me hacen… y la verdad me siento muy nervioso”, dice confidente el actor mexicano Daniel Giménez Cacho, bajando la voz, fumando dentro del camerino del Teatro Juárez, al cual me invitó a escapar una vez terminada la charla de dos horas que tuvo por la mañana con un público diverso, gente de cine incluida (ver crónica), como parte de las actividades del XV Festival Internacional de Cine de Guanajuato, mismo que la noche anterior le brindó un cálido homenaje (ver crónica) por su brillante trayectoria como actor de teatro y cine, la cual implica 25 años, una treintena de largometrajes (más otras tres decenas de cortos) y cuatro premios Ariel (Cronos, de Guillermo del Toro, 1993; Profundo Carmesí, de Arturo Ripstein, 1996;  Aro Tolbukhin: en la mente del asesino, de Isaac Pierre Racine / Agustí Villaronga / Lydia Zimmermann, 2002 y Nicotina, de Hugo Rodríguez, 2003). 

Con 51 años cumplidos en mayo pasado, se muestra tranquilo, radiante, siempre con el personaje a cuestas (gusta de portar el pelo y la barba de sus personajes de forma natural mientras está en temporada de teatro o en medio de un rodaje: nada de cuidar el look en la vida diaria ni usar postizos a la hora de actuar): en esta ocasión, barbado, a razón de que se encuentra ejecutando Macbeth de William Shakespeare, con la actriz Laura Almela en el foro El Milagro (proyecto editorial-teatral creado en 1991 por él mismo, a lado de distintos colaboradores: en sus inicios con Tolita Figueroa, ahora al lado de Pablo Moya, David Olguín y Gabriel Pascal).

Entre otros proyectos, reveló que muy pronto en Once TV México dirigirá una serie sobre Tepito, en la que actuarán los mismos pobladores del barrio, una vez realizados varios talleres, de donde se escogerá a quienes integrarán el elenco final. 




Me tardé en decir 'soy actor'


Daniel no pierde la mirada joven de la curiosidad. Inquieto y vivaz, hace brillar sus ojos cual si descubriendo el mundo a cada instante, con toques que van de la timidez a la travesura y la seducción. Con voz baja, se acomoda en la silla y empieza a fundir sus palabras con el humo del cigarrillo y un espejo detrás cuidándole la espalda. 
 
DGC en el Teatro Juárez, recibiendo la Cruz de Plata del GIFF



El homenaje de marras sirve de pretexto para hacer un recorrido por sus momentos histórico-personales, y para hacerlo girar en torno a su pasión por el oficio actoral. 

“Me tardé mucho en decir ‘soy actor’; empecé haciendo obras de teatro aisladas, por un taller al que me invitó una novia… porque yo en realidad estudiaba física. Me empecé a decir 'actor' unos ocho años después de haber empezado a hacer teatro, por ahí de los 32, es decir, hace unos 22 años”, recuerda. 






Descubrir la maldad


Le pido que profundice sobre su proceso profesional: cómo se fue descubriendo como persona y como actor, cómo es que se fue preguntando quién es, y si a través de la actuación misma se hizo preguntas esenciales sobre la vida. 

escena del filme "Cronos" (Guillermo del Toro, 1993)
Contesta: “Actuar se vuelve una búsqueda, una curiosidad. Tiene su lado terapéutico: se va conociendo uno a sí mismo. La mejor parte es cuando te pones en riesgo y no controlas la situación, entonces aparecen cosas sobre ti que ignoras. Se vuelve algo muy rico, muy atractivo. Es increíble la cantidad de sentimientos y actitudes que uno puede tener dentro, sin saberlo. Por ejemplo, cuando empezaba y actué en Bandidos (Luis Estrada, 1990), hice un personaje que tenía que degollar niños y demás maldades. Yo decía: “¡No! ¡Yo no puedo hacer eso, no está en mi naturaleza!”. Entonces te das cuenta de que las ideas que te haces sobre lo que 'es tu naturaleza', según tú, es algo que a lo largo de la vida vas creando: ‘soy así y así, soy buena onda, no tengo esa maldad dentro de mí’. Pero te vas dando cuenta de que es algo totalmente mental: son ideas, porque de pronto puede aparecer dentro de ti una ferocidad y un odio que… ¡Ay! Te desconoces. Me doy cuenta de que todo mundo puede traer esa maldad... Todos tenemos un personaje que vamos construyendo, de la misma forma en que se construyen los personajes de las películas. Ahora, uno va cambiando y va siendo de diferente forma, y eso va afectando también la forma de actuar…” 


¿Se va mimetizando tu forma de ser con los personajes y eso va afectándolos, del mismo modo en que vas cambiando en función de ellos…? 

“Exactamente. Por eso no existe el ‘ya llegué, ya la hice’, porque en realidad esta carrera es un camino que no termina, que va cambiando. Nunca llegas a ‘dominar’ nada”. 

¿Hay algún personaje que te haya afectado más que otros? En el documental que proyectaron en el homenaje, Maya Goded (su esposa) dice que cuando estás haciendo un personaje, te empiezas a transformar en él… 

escena de "Arráncame la Vida", de Roberto Sneider (2008)
“Todos los personajes me transforman de uno u otro modo, pero creo que el personaje Andrés Ascencio de Arráncame la Vida (Roberto Sneider, 2008) fue muy fuerte. Esa sensación de omnipotencia fue muy extraña e interesante; sentir que no hay límite para conseguir tus deseos, que todo lo que quieras se te concederá: casas, mujeres, coches, ¡lo que sea! y que todos te obedezcan. Es algo muy fuerte. Entiendes por qué quienes detentan ese poder se vuelven locos y no lo quieren soltar. Es muy estimulante, energético, afrodisiaco; te brinda unos niveles de conciencia y claridad muy fuertes…” 

¿Y cómo haces para bajarte de ese viaje? 

“Ah, pues te bajas porque tienes que ir al súper, lavar los trastes, trapear…” (carcajadas). 

Me refiero a cómo afectó tu vida… 

“Pues es una memoria fuerte. El hecho de reconocerte ahí, ver que tienes algo de eso. Dices: ‘¡qué horror!” 

O sea que como seres humanos somos moldeables y quizá todos podríamos ser todo, cualquier cosa, si estuviéramos en ciertas circunstancias… 

“Sí. Me queda muy claro. En cuestiones de violencia, creo que todos podríamos ser asesinos, pero aún no nos ha tocado la situación que nos lleva serlo o no. Es muy sano ver así las cosas porque si no, tiendes a pensar: ‘el mal está allá afuera; si alguien mató, es un marciano ajeno a mí: eso es el mal, yo soy el bien’. No nos sirve para entendernos ni para conocernos, ni para frenar la violencia, esa actitud de: ‘le sucede al otro”. 

Desde ese punto de vista, sería muy saludable que los niños llevaran Teatro como materia obligatoria en las escuelas, ¿no? 

“Sí, claro. Muy cabrón. Hace poco hice un ejercicio en el reclusorio Alfonso Quiroz Cuarón, para adolescentes...  fue muy interesante hacerles ver que el mundo puede ir más allá de ‘te chingas o te chingo’. Hacerles ver que hay otra fuerza. Y fue bastante fructífera la experiencia. Sin duda el teatro podría cambiar mucho a la sociedad”. 


El actor, una llavecita

Eres un actor al que se le identifica como alguien sensible a los temas sociales, a favor de la actuación y no de la frivolidad “estrellística”. Por ejemplo, recientemente se te asocia al Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad que encabeza Javier Sicilia. ¿De qué forma sientes que como actor se puede ayudar a cambiar las cosas? 

escena de "Aro Tolbukhin: en la mente del asesino"
“Sirve sobre todo para ayudar a estar organizados, no sólo en ese movimiento sino en general como ciudadanos. México ya está despertando o al menos así lo parece. Me gusta que estemos entendiendo que sí podemos modificar las cosas más allá de partidos, a partir de acciones ciudadanas. Al ser conocidos, los actores somos una especie de ‘llavecita’, que ayudamos usando los micrófonos, y aprovechamos ese poder para atraer la atención hacia ciertos temas que nos parecen importantes”. 

Siento que los legitima a ti y a otros de tu estirpe, ser actores independientes, no casados con Televisa o TV Azteca, por ejemplo, o con partido alguno… 

“Sí, eso ayuda a que tengamos repercusión, pero no porque nos sigan directamente, sino porque ayudamos a activar a los demás, contagiamos; te ven y dicen: ‘nosotros también vamos a hacer cosas por acá’, y se empieza a diseminar”. 

Respecto a la situación actual en México, Daniel expresó que aunque se vienen momentos políticos difíciles, “es esperanzadora la participación social que está surgiendo; ninguno de los candidatos nos iba a resolver las cosas, pero la lucha que se está dando rebasa ideologías y partidos; es mucha la gente que está diciendo ‘no quiero’. El político que gobierne tiene que hacer caso, o si no la cosa será insostenible".

Por otro lado, agregó, "es un gran momento para democratizar los medios; el tema ya está más que documentado, escrito y dialogado, sólo falta votarlo y controlar el poder desmedido que tienen; lo han atorado sólo por la presión que ejerce Televisa: nos merecemos una tele donde nos podamos reconocer, que ya no sea un instrumento de manipulación o imbecilidad”. 

escena de "El Callejón de los Milagros" (Jorge Fons, 1995)
Visto de cierta forma, Enrique Peña Nieto también es un actor, pero desde otro punto de vista… 

“Si. Ha sido construido con mucho cuidado, y lo tienen que cuidar demasiado o si no se les cae el muñeco. Todo su personaje ha sido una cosa diseñada, planeada: una pareja de la tele, con una actriz de la tele. Un tipo que proyecta una imagen de ‘éxito, seguridad, belleza’. Hay un control muy fuerte de su imagen, de 'futuro y esperanza’, no lleno de pleitos ni reclamos. Se pone en él esa cosa aspiracional que anhela mucha gente a quien va dirigido, como para que digan: ‘quiero ser parte de eso’. Es algo perverso, pero en ello está su propia debilidad, pues se les puede caer en cualquier momento. Hay que analizar qué clase de telenovela es ésta y meterle la mano al guión”. 


Actores naturales vs 
personalidades-personaje


Volviendo al tema de los ‘actores naturales’, como los que elige el cineasta mexicano Carlos Reygadas, en la charla con el público dijiste que no te molestan, que te agradan y que incluso te representan un reto; dejar de ver al actor como un mito, una estrella inalcanzable… Y volvemos a lo dicho antes: que cualquiera podría actuar. Me gustó tu visión generosa y modesta al respecto… 

escena de "Nicotina" (Hugo Rodríguez, 2003)
En privado, Daniel es más políticamente incorrecto que en público: “Pues sí. Pero cuando uno lleva ya un rato trabajando, y has hecho muchas cosas, te pueden empezar a identificar, evaluar y conocer. En cambio, un ‘actor natural’ lo es la primera vez, nada más. La segunda ya no lo es, ya se está preparando, ya agarró maña, se acabó ahí. Por eso pienso que si alguien gusta del trabajo de uno, es porque al paso de los años empieza a comparar lo hecho y ven cómo te vas transformando. Entonces puedes decir ‘es buen actor’ o no, o ‘se la pasa haciendo lo mismo’ o no...”

Sin embargo, hay actores que hacen del actuar “siempre igual”, un estilo… 

“Así es. Como Jack Nicholson. Y es genial. Pero son maneras distintas de trabajar. Nicholson trabaja con su personalidad: ha hecho de su personalidad un personaje. En mi caso, o el de actores como Gary Oldman, me gusta siempre cambiar, transformarme, hacer cosas diferentes. Quizá si no tienes una ‘personalidad arrolladora’, pues te la inventas”. 


El actor creador

Otra cosa que te caracteriza, es que no eres sólo un vehículo, como dijiste en tu charla con la gente, sino un creador. ¿Podrías hablarme más de ese concepto y ese trabajo? 

Daniel Giménez Cacho y Laura Almela en "Macbeth" de Shakespeare
“Yo trabajo como me enseñó mi maestro Juan José Gurrola, que hablaba siempre del actor como un creador. Él usaba una imagen increíble: decía que el actor tenía tras de sí el caos, entonces uno enfrente lo ordenaba, y sacaba elementos de ese caos para comunicar. Por eso siempre nos ponía a escribir, pintar, hacer ejercicios… para estimular la creatividad. Pero hay mucha polémica para los derechos de autor de ese trabajo: un actor, ¿es autor o intérprete? Si eres un actor-creador, ¿cobras como autor? En México se nos considera intérpretes, salvo que hayas escrito la historia y la actúes tú mismo. Sin embargo, si haces Macbeth, aunque esté escrito, no hay ‘una manera de interpretarlo’, lo tienes que inventar de la nada, tienes que crearlo, construir el tuyo propio”. 


Giménez Cacho, antes y después: 
el día que casi deja la actuación

El homenaje es una oportunidad para comparar quién era el Giménez Cacho de Sólo con tu pareja (Alfonso Cuarón, 1991), la película con la que te diste a conocer de forma masiva, y quién eres ahora... y cómo te imaginas a los 70 años.

“El Daniel que hizo Sólo con tu pareja era un muchacho con muchos sueños no admitidos. Tenía la idea de que no quería ser estrella... ¡pero en el fondo sí quería serlo! (risas). Eso lo supe ya después. A los 40 años me entró una crisis. Entre otras cosas, tuve que admitir que sí me hubiera gustado ser una estrella mundial. Era un deseo oculto. Por eso no me podía reconocer a mí mismo. Porque me decía: ‘quien es estrella es chafa, y fulanito ya se la creyó y ya chafeó’. 

escena de "Sólo con tu pareja" (1991)
"Actoralmente... pues antes preparaba mucho las escenas, lo que iba a decir y cómo lo iba a decir, la respiración y no sé qué… pero ahora he aligerado la carga. Espero más recibir del director, del vestuarista, de quien sea, en vez de estar proponiéndolo todo. Ahora digo: ‘me sé los diálogos, los iré soltando, y de ahí vamos a ver’, porque a la mera hora el director te dice lo que él espera; es su película. Sí me preparo, armo mi personaje, pero ya no diseño… Ya soy más abierto para ver qué sucede”. 

Sobre su crisis de los 40 también compartió: “Hubo un momento, mientras actuaba en la obra de teatro El Cántaro Roto (de Heinrich von Kleist) que de plano me pregunté: ‘¿qué hago aquí? ¿por qué hacía yo esto? ¿a dónde voy a llegar? ¿qué me interesa?’ Estuve a punto de dejarlo. Quizá por eso apareció también lo de empezar a dirigir, ver hacia otro lado. Y al hacerlo, recuperé de nuevo lo de querer ser actor. Dirigir me empezó a estimular de nuevo. Vi que si no había conseguido ciertas cosas, estaba consiguiendo otras, y a lo mejor consigo más, no lo sé. Porque como dije, yo nunca siento ‘haber llegado’. Ahora estoy más sereno y disfruto cada cosa que consigo… A futuro me gustaría mucho dirigir, dar clases. Me gustaría dar talleres y seguir haciendo lo que me gusta”. 






Homenaje a Daniel Giménez Cacho en el XV Festival Internacional de Cine de Guanajuato

escrito por: Patricia Peñaloza
HOMENAJE A DANIEL GIMÉNEZ CACHO 
en el XV Festival Internacional de Cine de Guanajuato 
 
Daniel Giménez Cacho al recibir la medalla de la Filmoteca / foto: Jesús Herrera


Guanajuato, Guanajuato. La noche del lunes 23 de julio, en medio de un Teatro Juárez a reventar, se arrodilló ante el público -ese espejo lleno de ojos que te inventa a punta de aplausos- el actor mexicano Daniel Giménez Cacho, conmovido por el reconocimiento que el Festival Internacional de Cine de Guanajuato estaba a punto de otorgarle, por sus poco más de 20 años de prolífica, comprometida y espléndida carrera histriónica. 

DGC con la Cruz de Plata



Generoso y modesto como suele ser, el actor de 51 años, con la voz atenuada por el nervio, expresó al recibir de Guadalupe Ferrer, directora de la Filmoteca de la UNAM, la medalla que otorga dicha institución, recuperada de los procesos de restauración de los negativos que ahí se resguardan, así como al recibir la Cruz de Plata, símbolo del GIFF: “Agradezco este reconocimiento, pero siento que el homenaje en realidad va para todos nosotros; dicen de todas las películas en las que actuado, que son ‘las películas de Daniel’, pero es tanta la gente que trabajó detrás de ellas, quien la escribió, quien la dirigió, quien me llamó a mí… Lo importante aquí es que logremos juntarnos, seguir fortaleciéndonos como gente que hace cine, para defender este tipo de trabajo que hacemos, el cual es una lucha que también merece un homenaje”. 




CHARLA CON EL PÚBLICO:
Cuando dices “ya la hice”, 
empieza tu decadencia.  

Daniel Giménez Cacho y Luis Tovar en el Teatro Juárez / foto: Jesús Herrera


Al otro día, en el mismo foro, quien ha participado en poco más de una treintena de largometrajes (y cerca de otros 30 cortos), tuvo una charla de dos horas con su público y con gente de cine. A los organizadores les dio por llamar a esos encuentros "Conferencia Magistral", a lo que un día antes, en privado, el actor dijo a quien escribe que le parecía rimbombante el nombre de la charla: "¡y dos horas! ¿que voy a decir?"

Por la mañana del martes, con el crítico de cine Luis Tovar como moderador, ante unas 200 personas, se dio una charla que parecía ocurrir en la sala de algún hogar. Retomando el tema del homenaje, subrayó: “Esto me lo dan a mí pero es un reconocimiento como comunidad cinematográfica a lo que estamos haciendo; es reconocernos a nosotros mismos. Uno sólo representa un personaje, pero se van fijando en ti por la suma de lo que vas haciendo, pues eso va reflejando y hablando de uno como actor, de acuerdo a lo que eliges hacer, o por qué haces lo que eliges”. 

La pasión de Daniel es el oficio actoral, al cual puede darle vueltas una y otra vez sin repetirse ni cansarse. Así que fue tocando varios temas, a petición de los convidados. 

"No le puedo hacer esto a mi compadre"

como "el Doctor" en "Colosio"
A propósito de su reciente actuación en la controvertida Colosio: el Asesinato (2012) de Carlos Bolado (2012), recordó que a inicios de los años 90 en el cine no se hablaba de lo que nos pasaba como sociedad, “quizá por autocensura o por miedo; hacer esta película hasta ahora, con ese buen nivel de producción, es un gran paso. Hace mucho había un guión al respecto, pero nadie se animaba a hacerlo, aún se sentían ‘los tentáculos’. Otros no se atrevían porque ‘no le puedo hacer esto a mi compadre’. Y bueno, resulta que el viejo compadre poderoso ha regresado”. 



Ser un vehículo social 

DGC charlando con el público


También habló sobre cómo es imposible conocer la fórmula para que una película o un personaje sea exitoso: “Yo lo que creo que ocurre es que a veces una película coincide con algo que está pasando en el momento y provoca gran cosa entre la gente. Porque a veces una muy buena película no tiene eco. Cuando se identifican contigo o con la película, es que estás siendo un catalizador. A veces no es que guste lo que haces en sí, sino que te conviertes en el vehículo de algo social. Los deseos de la gente pasan a través de ti, pero es importante saber que si no eres tú, sería otro. Por eso lo que sí puedes entrenar es ser un buen vehículo para que la cosa fluya con gracia, pues pasa a través de ti. Eso me pasó cuando hice Hamlet (de William Shakespeare) un texto muy conocido, pero hagas lo que hagas, ese texto pasa a través de ti, y le gusta o no a la gente. El problema de la vanidad no es moral sino de perspectiva. No eres el gran emanador, sino un vehículo, nada más. 



La televisión diluye al actor 


Daniel en entrevista con medios / foto: Jesús Herrera


Respecto de los diferentes escenarios y formatos donde actuar, refirió que la televisión actual te diluye como actor, pues ya sólo se buscan caras atractivas, se les dicta qué decir, y lo que menos importa es el trabajo actoral; importa que sean efectivos, que la toma quede y a lo que sigue. En el cine, refiere, al menos en México, hay que llegar con todo muy bien aprendido; se rueda porque no hay mucho tiempo y cuesta mucho dinero. El teatro es donde mejor se puede uno formar como actor, y donde vas profundizando en el oficio mismo; además de que ahí se pueden hacer cosas que en el cine no: puedes mezclar tiempos y espacios, hacer coincidir personajes que no coincidirían en tiempo ni lugar como para hacerlo verosímil; en el teatro puedes estar donde quieras estar, sólo porque lo decretas”. 



Actores naturales 


En torno a la labor de los “actores naturales”, a los que recurren directores como Carlos Reygadas, por ejemplo, expresó que su existencia “te cuestiona como actor, si lo hace bien y nunca había hecho nada antes como tal, y quizá lo ves y lo hace mejor que un profesional; eso es incuestionable, si es que funciona para la película. Me parece bueno que existan y nos cuestionen. Lo mediocre, es pensar que ‘ya llegaste’ a tu mejor lugar y las cosas deben decirse así o hacerse así; cuando dices ‘ya la hice’, empieza tu decadencia. Estos actores rompen con el mito de que el actor está allá lejos, la estrella, el mito. Todas esas construcciones tienen un mero fin comercial, pero al verlos te das cuenta de que entonces cualquiera puede ser actor, y al contrario, hay que aprender mucho de ellos”. "Hay momentos en que la actuación te acerca a la locura" 



España y Almodóvar 

escena de "La mala educación"


Respecto de trabajar dos años en España, relató que su experiencia fue grata en cuanto a trabajar con Pedro Almodóvar (La mala educación, 2004) pero por otro lado, en un sentido general, fue amarga: “Cuando llegué a España a vivir y trabajar como actor, me decían que me tenía que vestir de tal y tal forma, que tenía que hablar como español, cómo moverme, cómo decir… y si no conoces bien al público al que vas, es muy difícil, estás atinándole. Para lo que me sirvió vivir allá fue para darme cuenta de que soy mexicano. Cuesta mucho trabajo como actor globalizarte, te diluyes, pierdes carácter y particularidad. El caso de México es impresionante porque en realidad no hay mucho dinero, y aun así figura en festivales y se piensa que el cine aquí es potente. Pero lo que ha tenido resonancia es que hacemos cine muy local en sus formas, y mientras más local y característico, más universal. Nuestra fuerza está en hablar de lo que está pasando en nuestro entorno, de lo que conocemos y tenemos cerca. En ese sentido somos más auténticos y universales, en vez de fingir”. 

Sobre el mismo Almodóvar, refirió que fue una experiencia difícil pero retadora: “Te das cuenta de que estás trabajando con sus obsesiones, él lo hace todo, está nervioso, como si siempre estuviera haciendo su opera prima. Entonces te hace temblar, pues hay que hacerlo muy bien, tal y como él lo dice, o te vas. Pero esa exigencia hace que te involucres y que todos entremos en esa misma tensión, lo cual se agradece. Está chafa cuando todo se empieza a caer, cuando todo alrededor empieza a perder rigor y apasionamiento y todos hacen lo que quieren. 



Libertad actoral 

escena de "Profundo Carmesí"


Como ente que forma parte de un equipo en una filmación, Daniel disfruta mucho más a los directores que permiten mayor libertad: “En general soy muy tolerante como actor, respecto de lo que dicta y siente el director, pero me choca cuando sientes que está fluyendo la vida en una escena y dice: ‘corte’. Sería mejor si lo dejara fluir, pero finalmente uno entra en la perspectiva del director; es algo muy íntimo de quien dirige y tienes que entrarle y respetarlo. Por ejemplo, Arturo Ripstein es así, muy vertical y cuidadoso (Profundo Carmesí, 1996). En cambio, Jorge Fons en El Callejón de los Milagros (1995) nos dejaba hacerlo todo nosotros, ni sentía que nos dirigiera. Yo valoro mucho cuando se suman creatividades y se da mucha libertad. Es riesgoso, pero interesante. 



Exploración que no termina 

En charla con el público. foto: Jesús Herrera
A propósito de su reciente incursión como director, expresó que dicho deseo viene de la actuación misma: “Me interesa el fenómeno de la actuación. Ya conozco este mundo y siento que puedo ayudar a otros. como actor hay un camino inagotable de preguntas. Es un camino de exploración que no se acaba y te va relevando lo que realmente eres, de modo profundo. Hay momentos raros que se acercan a la locura. Por ejemplo, ahora estoy haciendo Macbeth con Laura Almela… estás jugando a que pasen las cosas y de pronto empiezan a pasar; convocas fuerzas oscuras, haces invocaciones y pasan cosas raras. Es un entrenamiento constante pues te retas a hacer las cosas que no te salen, no las que ya te salen. 





Crónica del XV Festival Internacional de Cine de Guanajuato

Crónica del XV Festival Internacional de Cine de Guanajuato, 2012
por: Patricia Peñaloza 

POST-GIFF:  VENTURAS Y DESVENTURAS
DE UNA QUINCEAÑERA

Park Chan-Wook / foto: Pati Peñaloza
El director surcoreano Park Chan-Wook (homenaje central); los directores mexicanos Michel Franco, Sebastián del Amo, Jorge Michel Grau; la directora estadounidense Julie Taymor; las actrices mexicanas Delia Casanova, María Victoria (ambas homenajeadas) y Yolanda Montez “Tongolele”; el actor mexicano Daniel Giménez Cacho, fueron las figuras que más eco hicieron en el Festival Internacional de Cine de Guanajuato (GIFF en inglés), del 20 al 25 de julio, antes llamado Expresión en Corto, afamado por exhibir y fomentar la creación de cortos y guiones, ahora expandido, a 15 años de su creación, lleno de creatividad, sobre todo a partir del tradicional rally en el que jóvenes deben rodar y editar un cortometraje en 48 horas. 

Un festival donde muchos directores y productores han debutado (para luego crecer en otros lados) al presentar cortos y documentales: esos formatos que calientan el músculo fílmico, y tienen pocos foros donde ser exhibidos. Eso sí: el festival sufre aún de muchísimos errores de logística y producción, quinceañera desmedida y errática. Pero la generación de ideas, el fervor por devorar cine, le da vida a cinco días que van de la pasión a la juerga, de la expectación al homenaje excesivo, del tesón al glamur (que también sobra).


Banquetes y bocadillos
Fotograma de "Beasts of the Southern Wild"

214 cintas en competencia, en siete categorías, provenientes de 48 países, con Holanda como país invitado (que por cierto, pasó desapercibido) fue la dieta a la que millares de espectadores fueron sometidos, de forma gratuita, entre charlas, conferencias, noches de gala y actos en vivo (destacó Sonidero Meztizo en la Alhóndiga de Granaditas). 

escena de "El Fantástico Mundo de Juan Orol"
Todo un banquete resultó Beasts of the Southern Wild, de Behn Zeitlin, belleza que ganó a mejor Opera Prima internacional. Jan y Raf Roosens de Bélgica, ganaron con El idiota, el mejor corto de ficción internacional. En terrenos mexicanos, el premio a mejor Opera Prima fue para Mi universo en minúsculas de Hautey Viveros; Flor de Otomí, magnífico documental de Luisa Riley ganó ese rubro. El rally universitario fue ganado por El Vago, muy buen trabajo de José Grimaldo, de Querétaro. 
escena de "Después de Lucía"
La Noria, bello corto de animación de Karla Castañeda, ganó en su categoría. Mención de honor tuvo El fantástico mundo de Juan Orol, de Sebastián del Amo. Buena resonancia tuvieron: el crudo filme Después de Lucía de Michel Franco (estreno en México, ganador del premio Una Cierta Mirada en Cannes 2012), Pastorela de Emilio Portes (ganadora de siete premios Ariel 2012), en homenaje póstumo al actor Carlos Cobos, y el corto 72 de Jorge Michel Grau




LISTA COMPLETA DE PREMIACIÓN:

Luisa Riley, directora de "Flor en otomí"


Premio Signis. Baggage de Danis Tanovic 
Premio Mujeres en el Cine y la Televisión. Justine Triet, directora del cortometraje Mauvauis Garcon (Las piedras rodantes)

• Premio con Causa. El Diablo, de Jean Gabriel Periot 
• Mención Especial (rally).- El equipo del cortometraje GEN C 
• Premio Foro del Cine a la mejor producción del Cine (rally).- El equipo del cortometraje Matilde 
• Premio del Público (rally).- Matilde 
• Primer lugar Cuarto Rally Universitario.- El Vago







• Mejor cortometraje guanajuatense.- Enraizado de Steve Granados 
Karla Castañeda, directora de "La Noria"
• Mejor cortometraje documental.- The Battle of the Jazz Guitarrist de Mark Colombus. 
 • Mejor largometraje documental / Mención especial del jurado.- The World Before Her  de Nisha Pahuja 
• Mejor largometraje documental.- Otra noche en la Tierra del español David Muñoz 
• Mejor documental mexicano.-Flor en Otomí de Luisa Riley 
• Mejor Corto Experimental.- Portales de la vida de Pekka Veikkolainen y Hannes Vertiainen 
• Mejor cortometraje de animación.- Some actions which haven`t been defined yet in the revolution de la china Sun Xun. 
• Mejor corto mexicano.- La Tiricia o cómo curar la tristeza de Ángeles Cruz. 
• Mejor Corto de Ficción Internacional.- El equipaje de Danis Tanovic, de Bosnia. 
Mario Zaragoza, protagonista de "El Vago"
• Mejor Opera Prima Mexicana / Mención especial.- El fantástico mundo de Juan Orol de Sebastián del Amo.
• Mejor Opera Prima Mexicana.- Mi universo en minúsculas de Hatuey Viveros
• Mejor Opera Prima International.- Beasts Of The Soutern Wild de Benh Zeitlin.  









Park Chan-Wook: destruir el género

poster de "Simpatía por la Señora Venganza"
 Una de las figuras centrales del GIFF XV fue sin duda Park Chan-Wook, a quien se le otorgó la Cruz de Plata, galardón estrella del festival. Con sólo siete películas, ha generado un estilo único, en el que las escenas de gran fuerza parecieran hacer apología de la violencia, sobre todo por su trilogía Simpatía por el Señor Venganza, Oldboy y Simpatía por la Señora Venganza, filmes de gran despliegue visual, que sin embargo tienen un planteamiento humano de redención. Esto le ha dado el mote de "el señor Venganza", del cual busca deshacerse pronto. Sin embargo, ése es sólo su trabajo más comercial. Antes de ello, impactó al mundo con Zona de Riesgo (2000), en la que dos bandos militares, tanto de Corea del Norte como de Corea del Sur, entablan amistad mientras ponen en peligro su vida por el simple hecho de cruzar una línea, aun dándose cuenta de que eran muy parecidos, casi los mismos; el tema fue controversial porque en su país estuvo prácticamente prohibido hablar de Corea del Norte durante mucho tiempo. Con su estilo flamboyante, ha marcado estilo e influido a muchos directores, incluyendo al mismísimo Quentin Tarantino.


En cortísima entrevista con este director, dado lo pésimo del traductor adjudicado y fallas en la logística del festival, el director que vuelve poesía visual la violencia, expresó haber vivido represión de joven: “amigos encarcelados, torturados bajo la dictadura de Park Chung-Hee”. Dijo que su estética no pretende ser la expresión misma de la venganza: “Los colores, los planos, no buscan resaltar la belleza sino a los personajes. Planteo a la venganza como un conflicto ético; mi finalidad es que el público se identifique con los sentimientos de venganza y su nocividad, y así cuestionar sus principios”. Indicó que no busca sumarse al género de la violencia estética, sino “modificarlo y destruirlo”. 


Giménez Cacho: democratizar los medios

Daniel Giménez Cacho / foto: Pati Peñaloza
Daniel Giménez Cacho, homenajeado por 20 años de carrera, dijo a este espacio que aunque México vive momentos difíciles, “es esperanzadora la actual participación social; ningún candidato nos iba a resolver las cosas, por eso es importante esta lucha, que rebasa ideologías y partidos. El que gobierne tiene que hacer caso, o la cosa será insostenible. Es buen momento para democratizar los medios; el tema está más que escrito, documentado, dialogado, sólo falta votarlo y controlar el poder desmedido de las televisoras; lo han atorado por presión de Televisa, pero merecemos una tele donde nos podamos reconocer, sin que sea instrumento de manipulación”. Entre deliciosas reflexiones en torno al oficio actoral, reveló que pronto dirigirá una serie en Once TV México sobre Tepito, cuyos actores serán los mismos pobladores del barrio. 


Jorge Michel Grau: retratar la realidad

escena de "72" de Jorge Michel Grau 
Jorge Michel Grau, director de 72, extraordinario y duro corto que imagina las últimas horas de decenas de centroamericanos asesinados y luego hallados en San Fernando, Tamaulipas, en 2010, dijo en entrevista: “Es una obra abierta. Quise manejar la muerte como liberación, darles una muerte digna y bella en contraste con el infierno y dolor que debieron sufrir. Escribí un guión con dos personajes que se despiden en esa hostilidad, de forma poética. Es indignante que esto suceda, y más aun, que se olvide. La mía no es una postura política, sino de memoria. Me preguntan que por qué filmo sobre el narco, pero no es que insista yo sino que es la realidad, y hay que retratarla”. Informó que su siguiente largometraje será “una exploración sobre la esquizofrenia y la licantropía”. 


Partículas de Luz


Sonia Riquer, Sarah Hoch, Ernesto Herrera y Huemanzin Rodríguez / foto: Pati Peñaloza

Como parte del cumpleaños número 15 del Festival Internacional de Cine de Guanajuato, fue editado el libro / memoria Partículas de Luz, el cual reúne textos de especialistas en cine, periodistas y demás colaboradores involucrados en este proyecto a lo largo de los años. Su fundadora y directora, Sarah Hoch, destacó y saludó el hecho de que, aunque ha recibido durante estos años apoyo gubernamental, atribuye su crecimiento y permanencia al hecho de ser un festival independiente: "Somos una asociación civil, lo cual ha hecho que nadie nos condicione en cuanto a los contenidos ni las acciones. Esta independencia nos ha permitido movernos rápido. Si se nos ocurre una idea, se aprueba de inmediato; no hay burocracia que atore nada". Reiteró que el éxito del festival ha ayudado a tener un gran apoyo económico por parte de patrocinios: "Nos reditúa mucho económicamente el ser creativos".
Respecto del contenido escrito, Hoch se sintió complacida por el trabajo de gente que ha estado cerca del festival "como parte de una familia". Agregó: "Aunque no he estado de acuerdo con todo, sus observaciones nos ayudan mucho a crecer y mejorar".


Por su parte, Ernesto Herrera, productor de GIFF, informó que los mil ejemplares impresos, de 300 páginas cada uno, que no está a la venta sino que se obsequiaría entre asistentes y en lugares de asiduos al séptimo arte, como la Cineteca, podrá también ser descargado de la página del festival, www.guanajuatofilmfestival.com


portada del libro de Memorias del GIFF
Asimismo, el periodista Huemanzin Rodríguez (Canal 22), uno de los presentadores del libro, hizo hincapié en que muchos festivales de cine mueren en el camino, y que a diferencia de ellos, el GIFF se ha mantenido, creciendo cada vez más: "En los años 90 llegó a haber muy poca producción de cine en México, ahora hay mucha más; sin duda este festival ha ayudado mucho a impulsar la creación y ha despertado a mucho público joven, que se forma durante horas para ver cortometrajes, algo impensable hace 20 años. La cantidad de gente que asiste es un patrimonio de este festival. Es una ciudad con necesidad de cultura". Recordó al dramaturgo Víctor Hugo Rascón Banda, quien ayudó mucho en los inicios del festival, a fomentar la escritura de guiones. Reconoció la importancia de los apoyos económicos y becas que el festival otorga: "muchos personajes hoy destacados se desarrollan aquí, no tanto por el financiamiento que se les da, sino porque no hallan espacios de exhibición".
En la presentación también estuvo Sonia Riquer, de Radio Educación.